Angela Merkel a la conquista de las urnas.


El mundo mira con mucha expectativa e interés lo que sucederá en Alemania el próximo 22 de septiembre cuando se celebren elecciones en las que posiblemente resulte reelecta la canciller Angela Merkel por una tercera ocasión al frente del Bundestag. Lo que suceda en este país ubicado al centro de Europa no será asunto menor. Alemania es uno de los países más sobresalientes del mundo, es la cuarta economía del mundo, según el Banco Mundial, la primera economía de Europa y el mandamás político dentro el proyecto de integración comunitario, además de ocupar el quinto lugar en el Índice de Desarrollo Humano (IDH).

FUENTE: Finanzzas.com

Alrededor de la Alemania pudiente flotan las economías debilitadas y recesivas de la eurozona. La crisis financiera del 2008 que selló la “década perdida” y la entrada de muchos países periféricos al subdesarrollo y que pusieron al descubierto los grandes desequilibrios que prevalecen entre los países más prósperos del norte con aquellos  que se ubican al sur. Una sacudida económica que obligó a muchos países a convocar a elecciones anticipadas o adelantadas, cobrándole la factura a numerosos gobiernos muy independientemente de las ideologías y credos políticos que se tuviera. ¿Se repetirá este mismo patrón de acción política en Alemania?  ¿Está en peligro de caer el gobierno de Angela Merkel?

Más allá de la crisis económica, convulsión política y amplio descontento social que se transa dentro del proyecto comunitario europeo, todo parece indicar que la canciller Angela Merkel seguirá liderando los destinos de Alemania durante los próximos cuatro años. El gobierno conservador de la canciller ha logrado mantener la posición privilegiada de Alemania en el mundo, de blindar su economía de la recesión europea y de arrojar crecimiento económico que en el segundo trimestre del 2013 alcanzó el 0.7%. Los augurios señalan que bajo el mensaje de la “confianza” los votantes alemanes no quisieran arriesgar el ascenso de la economía, su seguridad y la holgura de sus bolsillos.

La economía de Alemania se recuperó en el comienzo del año para crecer un 0,5% y llegar al 0.7% en el segundo bimestre. FUENTE: Eleconomista.es

La economía alemana que crece en medio de la convulsión europea también presenta signos récord en materia de desempleo, tasas del 5.6% según datos de la OCDE, un indicador muy importante en el contexto electoral si lo comparamos con aquella tasa de desempleo del 11% que se registró en tiempos del canciller Gerhard Schroeder. De igual manera el desempleo juvenil ronda alrededor del 8% en comparación con el casi 40% que se disputa en España, Portugal o Italia. En el país germano los mayores empleadores del país son las PyMES que son consideradas el soporte de la economía alemana aunado al rol específico que juegan las grandes empresas.

Más allá de las cartas credenciales que Angela Merkel presenta en estas elecciones persisten los nubarrones económicos ¿Se podrá mantener el crecimiento económico alemán cuando Europa se arrastra en la crisis? No olvidemos que el desempeño económico alemán depende de la demanda agregada de sus vecinos, pues son los países de la UE los principales compradores de los productos alemanes. Por si fuera poco, los bancos alemanes son los principales acreedores de la deuda pública de países como Grecia.

FUETE: economy.blogs.ie.edu

EL JUEGO POLÍTICO EN ALEMANIA

¿Se da por descontada la reelección de Angela Merkel para gobernar una tercera legislatura del Bundestag? ¿Podrá sobrevivir su coalición de gobierno conformada por su partido la Unión Demócrata Cristiana (CDU),  la Unión Social Cristiana (CSU), (El partido gemelo de Baviera) pero sobre todo el Partido Liberal Democrático (FDP)? No pasemos de largo que el juego político en Alemania no se puede entender sin la matemática de las coaliciones,  el sistema electoral que dificulta la formula del gobierno monolítico y que está diseñado para coaligarse entre partidos políticos y socios potenciales de gobierno.

[youtube http://youtu.be/-YSvykHUyU0]

FUENTE: Destinoalemania.com

En la actualidad cinco partidos políticos en Alemania hegemonizan la escena política. Recordemos que desde los años 60 el sistema político se ha movido alrededor de dos principales partidos: la Unión Demócrata Cristiana (CDU) con su tradicional alianza con los socialcristianos de Baviera (CSU) y el Partido Social Demócrata (SPD) que aglutina las voces tradicionales de las clases medias, los sindicatos, el voto obrero y la mayoría de los intelectuales y profesionistas. Sin embargo, hay un tercer partido político colocado al centro del espectro ideológico, sin cuya participación es difícil establecer una coalición de gobierno, el partido liberal (FDP), este conglomerado que vinculado a los intereses de la gran industria se ha convertido en un poder bisagra que ha formado gobierno con los dos gigantes políticos en Alemania.

A este esquema tradicional de partidos políticos en Alemania le sucede la llegada del Partido Verde en los años 80, que irrumpe con este “tripartidismo” o como lo llama Duverger “de dos partidos y medio”, generando nuevas expectativas frente a los erosionados y largamente conocidos partidos. Ecologistas, pacifistas y estudiantes se volcaron hacia la lucha de una agenda más social en Alemania, buscando priorizar la educación, el desarrollo de la energía renovable y ahora el establecimiento de un salario mínimo. Sin embargo, el sistema político alemán no se ha visto grandemente impactado por estos hechos como tampoco sucedió con el partido de reciente creación “La Izquierda” (die Linke), cuya fusión deviene de un éxodo de los socialdemócratas y del ex partido que gobernó la ex Republica Democrática Alemana (RDA).

Victoria del Partido Verde (2011) FUENTE: Elpaisinternacional.es

Las grandes interrogantes de esta jornada electoral están al margen de la cantada victoria democristiana de Angela Merkel, en primer lugar porque no sabemos si los liberales podrán rebasar la barrera del 5% requerido para ingresar al Bundestag. Por otro lado, tampoco sabemos si los socialdemócratas y Los Verdes estarían dispuestos a tejer una alianza con el partido “La Izquierda” el segmento más radical que hasta ahora se estima pudiera conseguir entre el 8 y 10% de los votos. En ese sentido, la sumatoria de las coaliciones de un lado y del otro quedarán más que cerradas. Bajo este terreno ¿Alemania se enfila hacia la reedición de lo que sucedió en la época de la “gran coalición, cuando en 2005 durante la primera legislatura de Angela Merkel los dos principales partidos políticos decidieron cohabitar y formar gobierno?

En esta ocasión Angela Merkel se enfrenta a su máximo rival Peer Steinbruck, el candidato de la oposición socialdemócrata (SPD) que parece estar desdibujado ante las cartas credenciales que porta la “dama de hierro” alemana. Los datos económicos que arroja Merkel y la “seguridad” que vende son el caballo de troya para apuntarse victoriosa en estas elecciones, una narrativa que no ha podido descobijar el partido Socialdemócrata.

EL ROL DE ALEMANIA EN EUROPA. 

Alemania ha estado muy sola en la gestión de la crisis económica europea. La responsabilidad que carga sobre sus espaldas no está siendo compartida por Francia, otro de los grandes motores económicos de la eurozona que presenta turbulencias. Pese a ello, Angela Merkel ha probado ser una líder implacable y comprometida cuando se trata de defender el proyecto integracionista europeo, pues queda claro que por razones geopolíticas, estratégicas y demográficas a la UE le conviene seguir adelante con su construcción pendiente e inacabada.

El sur europeo ha materializado un enorme enojo frente a las políticas económicas que ha dictado la canciller Angela Merkel. Envuelta en una respuesta neoliberal, conservadora y tecnocrática ha privilegiado la “cultura de austeridad” en contraste con las políticas que puedan estimular el crecimiento económico. Las réplicas nacionalistas, extremistas, xenofóbicas y euroescépticas se han dejado palpar con el enorme descontento juvenil y el malestar de la clase trabajadora que demanda superar las recetas de disciplina fiscal y presupuestaria para priorizar el bienestar social.

De imponerse Angela Merkel al frente del Bundestag tendrá que enfrentar desafíos mayúsculos para proteger el proyecto comunitario. En primera instancia tendrá que esquivar el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE que tanto ha cantado David Cameron el primer ministro británico. Quizás, las recientes cifras que maneja la Eurostat le puedan dar un buen impulso a la canciller Merkel como figura líder en la gestión de la crisis económica europea. Entre abril y junio del 2013, la eurozona creció un 0.3% dando por terminada la recesión en la eurozona, un anuncio que debemos de tomar con cautela, pues no podemos pecar de triunfalismos, la crisis económica no se ha superado y países como Italia, España, Portugal, Grecia e Irlanda siguen mostrando indicadores muy débiles en sus economías.

Superar las secuelas devastadoras que ha legado la crisis económica en la eurozona, quizás encuentre oxígeno en una respuesta compartida entre Washington y Berlín, a propósito de firmar una Alianza Trasatlántica de Comercio e Inversión con la UE (TTIP). Tanto EE.UU. como Europa requieren de un impulso para seguir creciendo, eliminar aranceles y otras barreras al comercio pueden incentivar el empleo, la competitividad y el crecimiento económico, una razón de peso de porque Angela Merkel ha decidido apoyar las negociaciones de un posible Tratado de Libre Comercio con EE.UU.

Desde el mes de julio iniciaron en Washington las negociaciones de esta Alianza Trasatlántica de Comercio e Inversión entre EE.UU. y la UE, pero ¿Cómo negociar un acuerdo de tal magnitud bajo el manto de la sospecha y la desconfianza? ¿Angela Merkel pasó por desapercibido el caso de Edward Snowden y las revelaciones de espionaje masivo que EE.UU. practica a ciudadanos tanto como a países amigos y enemigos? ¿Más allá de pedir explicaciones a Washington, dónde quedó la indignación de los alemanes ante este lamentable hecho?

Un nuevo ingrediente internacional se le sumó al debate electoral alemán: la intervención militar en Siria que ha levantado posiciones dispares y divergentes entre Angela Merkel y Francois Hollande. Mientras que la posición de la primera es no apoyar un ataque militar sin el aval de la ONU, la OTAN o la UE, Francia seguida de la intervención en Libia y Mali está decidida a llevar la batuta europea en Siria, pero ¿Cómo se están comportando los índices de popularidad de mandatario francés?

Los retos venideros de la EMIGRACIÓN a Alemania

El desempeño menos desfavorecido de Alemania durante los últimos años de crisis económica en Europa lo han convertido en el centro de las políticas de la Unión. Pero también los paradigmas en materia de migración lo han vuelto el principal receptor de trabajadores provenientes de la parte sur del continente; así como de países de Asia Menor y Medio Oriente. Aunque el auge de mano de obra ha estado presente en el país germano desde la década de 1950, ahora más que nunca se necesitan políticas de integración que permitan subsanar la creciente llegada de trabajadores.

Alemania es el país más poblado de la Unión Europea con más de 80 millones de habitantes. Actualmente viven en este país más de 15 millones de personas con trasfondo migratorio; grupo que, según la definición de la Oficina Federal de Estadística, incluye a 7 millones de extranjeros y 8 millones con nacionalidad alemana. El grupo más numeroso son los turcos con 2.5 millones de personas; seguido de los exyugoslavos con 1.5 millones. Si tomamos en cuenta el trasfondo religioso de los migrantes, ahora cerca de 5 millones de personas profesan el Islam.

FUENTE: Webislam.com

 Aunque los estudios del propio gobierno alemán revelan que las familias inmigrantes enfrentan obstáculos de ascenso social y progreso económico, en los dos últimos decenios se han logrado avances en este aspecto, suavizado los requisitos para adquirir la nacionalidad alemana y la aceptación de la diversidad multicultural que ha ido en aumento. Desde la reforma de ley que impulsó el gobierno federal en 2006, la canciller Angela Merkel convoca anualmente a una cumbre de integración, en la cual participan representantes de todos los grupos sociales, incluidas los grupos de inmigrantes y diversas ONGs.

Pese a estos esfuerzos acumulados, el recrudecimiento de la crisis económica en los primeros años de la década de 2010 trajo consigo nuevos grupos migratorios. Según datos de la Oficina de Empleo alemana, cerca de 118,000 jóvenes provenientes de los países mediterráneos: España, Italia, Portugal y Grecia, han cambiado su residencia a esa nación, nuevas entradas que pudieran ser consideradas mano de obra calificada que potencialicen la producción y el mercado interno del país germano.

La disyuntiva radica en el efecto europeo que tiene este nuevo proceso migratorio en Alemania, se cree que los nuevos flujos migratorios han contribuido al aumento del consumo interno. Sin embargo es importante recordar que Alemania es una potencia exportadora y que sus principales clientes son los países miembros de la UE, por lo tanto un agravamiento de la situación comunitaria siempre será un dolor de cabeza para el país germano.

@RinaMussali 

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